Católicos abarrotaron los templos en Semana Santa en Nicaragua
Luego de que las autoridades de ese país prohibieran a la Iglesia católica celebrar las procesiones en las calles.
El cardenal nicaragüense, Leopoldo José Brenes Solórzano, expresó este domingo su alegría por la masiva asistencia de católicos a los templos durante Semana Santa, luego de que las autoridades de su país prohibieran a la Iglesia católica celebrar las procesiones en las calles.
"Me alegro porque los informes, los comentarios que he recibido de los sacerdotes, de sus parroquias, (es que en) toda la liturgia, nuestros templos han estado prácticamente llenos", afirmó Brenes, también arzobispo de la Arquidiócesis de Managua, durante su homilía en la misa de Pascua.
El jerarca indicó que los católicos nicaragüenses vivieron la Cuaresma con "altibajos, pero al final aquí estamos".
El Gobierno que preside Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, a través de la Policía Nacional, prohibió a la Iglesia sacar la imágenes de los santos a las calles desde febrero pasado, cuando no les autorizó celebrar las procesiones de Vía Crucis durante la Cuaresma.
La orden policial fue adoptada después de que el presidente de Nicaragua y jefe supremo de la Policía Nacional, Daniel Ortega, tildara de "mafia" a sacerdotes, obispos, cardenales y al papa Francisco.
En el marco de las celebraciones de la Semana Santa, las autoridades nicaragüenses expulsaron del país al sacerdote panameño Donaciano Alarcón.
Alarcón dijo el miércoles pasado desde la ciudad hondureña de San Pedro de Sula, donde se encuentra, que fue expulsado de Nicaragua después de que las autoridades policiales de ese país lo acusaran de predicar a favor del obispo nicaragüense Rolando Álvarez, quien fue condenado a más de 26 años por delitos considerados "traición a la patria".
Además, la Policía Nacional detuvo al menos a 17 nicaragüenses, en su mayoría feligreses que participaron de festividades de Semana Santa y al periodista Víctor Ticay que dio cobertura a una procesión católica, según un informe del Monitoreo Azul y Blanco, cuyos reportes son avalados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Las relaciones del Gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia católica viven ahora momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, o la prohibición de actividades religiosas.
El presidente Ortega ha llamado "mafia" a sacerdotes, obispos, cardenales y al papa Francisco, quien ha tildado de "dictadura grosera" al Gobierno sandinista y ha señalado "un desequilibrio de la persona que dirige" el país centroamericano, uno de los más pobres del continente.
Con un 58,5 % de feligreses, la Iglesia católica es la más seguida en Nicaragua, según los datos oficiales.
EFE.